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Albores de Pasión (Artículo para la página Semana Santa Zamora)

Un año más, el reloj marca las doce. Es Jueves de Pasión en Zamora, pero la ciudad duerme sumida en este sueño que la atrapa desde hace días. En esta noche que siempre fue mágica tan solo queda el silencio y un vacío que parece eterno. La antesala de la Pasión hoy se convierte en nostalgia, en el recuerdo de aquellos momentos en los que éramos tremendamente afortunados y no lo sabíamos.   El preludio de lo que será pierde hoy su sentido, porque algo se rompió dentro de nosotros, y parece que el alma no se encuentra en esta noche que era principio y fin, recuerdo y anhelo de los días más bellos que traería la primavera. Pues mañana, al caer el sol, las puertas de San Frontis permanecerán cerradas, y es imposible no sentir un inmenso vacío en el corazón al imaginarlo. Los recuerdos duelen más ahora que nos ahoga este letargo, ahora que todo parece oscuridad en esta tierra de profundas tradiciones que hunde sus raíces en la historia que se escribió con el paso de los años. En...

A la Virgen de la Esperanza (Artículo para el Boletín anual SPES 2019)

La mañana del Jueves Santo, la mañana de la Esperanza, del verde en las calles, mañana de peineta y mantilla, de tradiciones, promesas y oraciones. La Virgen de la Esperanza sale a la calle, Ella es emblema y seña de identidad de Zamora, soberana, Madre nuestra. Las campanas del Convento de las Dominicas Dueñas repican el último Jueves de Cuaresma en el que La Virgen es modelo y premisa en este tiempo de conversión para despojarnos de lo que fuimos y revestirnos del Señor. Todo se resume en fe y tradición, en los pasos que las hermanas y hermanos de la Cofradía repetimos cada año cuando despuntan las primeras luces del día. Las velas, las varas, las peinetas y el corazón preparado para acompañar a la Virgen un año más, siempre igual y a la vez tan diferente. Quizá este año sean otras la peticiones, tal vez sea el momento de cumplir aquella promesa que hicimos en la intimidad de su capilla, y es qu...

Albores de Pasión (Artículo para la página semanasantazamora.org)

El reloj marca las doce, ya es Jueves de Pasión, comienza la magia en la noche eterna en la que Zamora se alza soberana. El corazón aguarda paciente, el alma alberga rebosante la ilusión de la espera y la boca calla para que la palabra no rompa la emoción que nos envuelve. Esta noche la inmensidad de la oscuridad se torna luz, se convierte en esperanza y sosiego. Cerramos los ojos y acariciamos el recuerdo, y soñamos con lo que vendrá, pues mañana de nuevo empezará todo, con la certeza de lo que fue y la incertidumbre de lo que será. Siempre igual y diferente al mismo tiempo, la armonía que conserva el perfecto equilibrio. Comienzan los días más bellos en Zamora, esos que son tránsito y ocaso, con los que ya soñábamos antes de cerrar los ojos. Todo lleva preparado muchos días, muchos meses, y es que nunca ha dejado de estarlo, pues siempre es Semana Santa en el corazón zamorano. El alma conserva inmar...

La música en la Semana Santa (Artículo para la revista "IV Estación")

Las tradiciones de un pueblo son las que cuentan su historia, las que hablan de sus sentimientos y esbozan la esencia de sus gentes. En Zamora la tradición se dibuja año tras año en Semana Santa, cuando las calles narran la historia de la Pasión a golpe de corneta y tambor destemplado,  pues no hay mayor tradición en nuestra ciudad que la semana más bella del año. Nuestra Semana Santa, nuestra seña de identidad, el acervo de un pueblo que late mecido en el abrazo de los acordes de las marchas procesionales. Y es que, qué sería de la Semana Santa sin música, sin esa magia etérea que mece el caminar de cada paso. La música es palabra y silencio, caricia, recuerdo y anhelo, el espíritu indómito que susurra en lo más profundo del alma. No podríamos entender la Semana Santa sin música, porque la una no es sin la otra, ambas se alimentan y conforman esa unión sublime, tan sutil, tan delicada, ...

La madrugada de Viernes Santo (Artículo para "El Itinerario" 2018)

Zamora la bien cercada, la ciudad que duerme mecida en el susurro del Duero, la que abraza con sus calles estrechas y susurra palabras calladas. Zamora, la que aguarda paciente la llegada de los días más bonitos del año, y es que hay dos días en nuestra ciudad que se viven como uno, existe un día en el calendario que comienza la mañana del Jueves Santo y termina la noche del Viernes Santo, un día largo, sin descanso, en el que nadie duerme porque la magia está en la calle. Las sensaciones se exprimen en cada latido en la noche en que Zamora se vuelve soberana y despierta de su letargo al ritmo de los tambores destemplados. Quién puede hablar de pasión si no ha vivido una madrugada de Viernes Santo en Zamora… Hace apenas unas horas la plaza de Viriato rogaba misericordia al cielo en forma de canto dando paso a otro capítulo de la Pasión, y es que ésta es una noche de emociones. Más que una fecha en el calendario es una llamada del corazón. De madrugada, los zamoranos, fieles a...

A la Virgen de la Esperanza (Artículo para el Boletín anual SPES 2018)

Amanece el Jueves Santo en Zamora, un día de profunda tradición, la peineta, la mantilla, y el rosario en las manos, porque esta es una mañana de oración. El luto de las damas acompaña el sufrimiento de la Virgen de la Esperanza, que cruza el puente ante la mirada paciente del Duero, que anhela la llegada de tan bendito día. Bajo los caperuces blancos brillan los ojos con los que Zamora mira a la Virgen, y se dibuja en las calles la devoción con la que se alza el corazón de la ciudad que aguarda paciente que los primeros rayos de sol despunten iluminando el manto verde de esperanza, abrigo y cobijo de tantos que claman su misericordia. Ella, entrega plena a Dios, esperanza en el desconsuelo, derrama lágrimas de amargura en el día en el que Jesús es despojado de sus ropas, coronado con espinas y condenado a la Cruz. Madre de esperanza que abraza el anhelo del corazón desvalido, que acoge el alma de quien camina vacío en busca de clemencia. La Esperanza porta sobre sus manos el coraz...

Crónica del traslado del Nazareno (Artículo para la revista digital Fondo 2019)

Cae la tarde del Jueves de Pasión, el reloj marca las ocho y media y tras la celebración de la Palabra, con las últimas luces del día, una Cruz asoma a las puertas de San Frontis. Cristo convoca a los zamoranos en su camino al calvario portando sobre sus hombros el peso de los pecados de la humanidad. Las campanas de Barandales anuncian la salida de la procesión, El Mozo sale a la calle y Zamora se viste de Pasión. El traslado del Nazareno conserva su carácter popular, con multitud de fieles que cada año acompañan a la imagen durante su recorrido, si bien es cierto que ha alcanzado una entidad indiscutible al determinar el inicio de la Semana Santa, que se gesta cada Jueves de Dolores en la margen izquierda del Duero. Cristo avanza lentamente mecido en los acordes que Cerveró compuso para la imagen interpretados por la Banda de Música Maestro Nacor Blanco, despertando la emoción de un pueblo que se estremece al paso de una mano nazarena. Poco a poco muere el día y la noche cae en Z...