Velando almas y plegarias (Artículo para la página semanasantazamora.org 2017)
Esta no es una noche cualquiera, hoy afloran los recuerdos, las palabras calladas, las lágrimas contenidas. Esta noche no habrá sueños, los sueños comienzan mañana, al atardecer, cuando el sol se esconda y el río murmure oraciones calladas, cuando la Cruz se torne vida y el silencio se convierta en canto.
Cuarenta días de espera, de penitencia y oración, "acuérdate de que eres polvo y al polvo has de volver". Volverás a la vida, al milagro de la resurrección cuando Zamora pose su mirada sobre las calles bañadas del profundo sentir de la Pasión y regrese al dulce letargo de la espera.
En la magia de esta noche revivimos la austeridad y el dolor, la misericordia y el perdón, los momentos, los rincones, los silencios, los acordes... Revivimos eso que vendrá, eso que nos conmueve el alma, porque la Semana Santa es leyenda viva, es un hombro dolorido bajo un banzo, es la mirada ilusionada de un niño la tarde del Domingo de Ramos, es una vela que lucha contra el viento por seguir iluminando las heridas del cuerpo sin vida de Cristo.
Esta noche, eterna y misteriosa, envuelta en ilusión. Noche de oración, preámbulo del sentimiento más puro que se dibujará a lo largo de diez días, los más bellos del año. Tan breve para lo largo de la espera, tan intenso para lo amargo del anhelo en esos meses en los que el sol arde en Zamora, porque también entonces es Semana Santa, también entonces un recuerdo puede encoger el alma. La espera... Mañana Zamora brillará de nuevo con esa luz especial, volverán las viejas tradiciones, las de siempre, las casas llenas de túnicas, las miradas furtivas al cielo pidiendo compasión para que no llueva, el olor a almendras garrapiñadas en las calles, la sonrisa al sacar de nuevo la medalla del cajón, la emoción al encender las velas cuando las campanas anuncian la salida de la procesión... Las cosas de siempre, esas tan nuestras, esas que no queremos perder.
En el silencio de esta noche mágica se unen las almas de los que están y de los que se fueron, esas que aún permanecen vivas en el recuerdo de los que continúan velando su memoria. Esta es una noche para el recuerdo de quienes en días como hoy cerraban los ojos reviviendo la Pasión de los días venideros, quienes en la antesala del camino a la Cruz también velaban almas y plegarias.
Levanta la mirada Zamora, que la espera llega a su fin, el Hijo del Hombre se entregará a la muerte en tus calles. La historia de la Pasión será contada una vez más en la oscuridad de tus rincones. Cierra los ojos Zamora, que esta es una noche de sensaciones. Velando almas y plegarias, todo vuelve a empezar, "estaré con vosotros hasta la consumación de los tiempos..."
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